VIGAMUS, el Museo del Videojuego de Roma, ofrece un viaje nostálgico a través de la historia de los videojuegos. Los visitantes aprecian la disposición cronológica, que muestra la evolución de los videojuegos desde las primeras consolas hasta los sistemas modernos. Las exhibiciones interactivas permiten experiencias prácticas con juegos clásicos, lo cual es un punto destacado para muchos. La colección del museo incluye consolas raras y objetos de interés, lo que atrae a los entusiastas de los videojuegos.
Sin embargo, algunos visitantes consideran que el museo es relativamente pequeño y creen que se beneficiaría de un contenido más amplio y de información más detallada sobre las exhibiciones. Algunos consideran que el precio de la entrada es algo elevado, dado el tamaño de la colección. Algunos críticos mencionan que ciertas exhibiciones o juegos no siempre están en funcionamiento, lo que puede ser decepcionante.
Si bien el museo está bien adaptado a los fanáticos de los videojuegos y ofrece una experiencia educativa sobre la historia de la industria, puede no ser tan atractivo para aquellos que estén menos interesados en los videojuegos. El personal generalmente se describe como amable y conocedor, lo que mejora la visita para aquellos que buscan más información.
En general, VIGAMUS ofrece una experiencia entretenida e informativa para los entusiastas de los videojuegos, pero puede dejar a los visitantes ocasionales con ganas de más profundidad y variedad en su oferta.
