La Mansión E.W. Marland, también conocida como el "Palacio de la Pradera", es una gran mansión de estilo renacimiento mediterráneo situada en Ponca City, Oklahoma. Construida por el barón del petróleo y filántropo Ernest Whitworth (E.W.) Marland, la mansión es una de las residencias más grandes del suroeste de Estados Unidos. La mansión, de 43.561 pies cuadrados, es un testimonio de la riqueza e influencia de Marland durante el apogeo del boom petrolero de los años veinte.
La Mansión Marland fue reconocida por su importancia histórica y su grandeza arquitectónica cuando fue designada Monumento Histórico Nacional en 1973. En la actualidad, la mansión es un museo público que invita a los visitantes a explorar sus opulentos interiores y a conocer la vida y la época de E.W. Marland.
La Mansión Marland es una extensa finca de tres plantas. La mansión cuenta con un total de 55 habitaciones, entre ellas 10 dormitorios, 12 cuartos de baño, 7 chimeneas y 3 cocinas. Cada habitación es un testimonio de la opulencia y grandeza de la mansión, y ofrece a los visitantes una visión del fastuoso estilo de vida de E.W. Marland.
Historia & Antropología Casa histórica Persona & Artista
901 Monument Rd, Ponca City
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La Mansión Marland en Ponca City, Estados Unidos, es un notable sitio histórico que ofrece a los visitantes una visión del opulento estilo de vida del barón del petróleo E.W. Marland. La mansión, construida en la década de 1920, exhibe una arquitectura impresionante y un diseño interior lujoso. Muchos visitantes aprecian las habitaciones y los muebles bien conservados, que reflejan la grandeza de la era del auge petrolero. Las visitas guiadas son a menudo elogiadas por ser informativas y atractivas, proporcionando información sobre la historia de la familia Marland y el impacto económico del petróleo en la región.
Los terrenos y jardines de la mansión también se mencionan con frecuencia como hermosos y bien cuidados, ofreciendo una agradable experiencia al aire libre. Algunos visitantes señalan que el tamaño y el detalle de la mansión hacen que valga la pena visitarla varias veces para apreciar completamente todo lo que tiene para ofrecer.
Sin embargo, algunos críticos mencionan que el precio de la entrada puede considerarse un poco elevado, especialmente para familias numerosas. Además, algunos visitantes consideran que ciertas áreas de la mansión pueden sentirse un poco desgastadas o en necesidad de reparaciones menores, lo que resta valor a la experiencia general.
A pesar de estos pequeños inconvenientes, la mayoría de los visitantes considera que la Mansión Marland es una atracción educativa y visualmente impresionante, que ofrece una valiosa mirada a la historia de Oklahoma y las vidas de sus primeros magnates del petróleo.
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