Lyndhurst, también conocida como la finca de Jay Gould, es un notable ejemplo de arquitectura del renacimiento gótico. Esta casa de campo está situada en Tarrytown, Nueva York, junto al pintoresco río Hudson. Su ubicación única y su estilo arquitectónico la convierten en un lugar digno de mención para los visitantes interesados en la historia y la arquitectura.
En 1966, Lyndhurst fue reconocida como Monumento Histórico Nacional, testimonio de su importancia histórica y arquitectónica. Hoy en día, la casa está abierta al público y ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar sus características únicas y conocer su rica historia.
Lyndhurst está enclavada en un parque paisajístico, diseñado en estilo naturalista inglés por Ferdinand Mangold. El parque cuenta con amplias zonas de césped, árboles ejemplares y un gran invernadero, que ofrecen a los visitantes la oportunidad de disfrutar del aire libre y apreciar la belleza natural que rodea la casa.
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Lunes | 9:30 – 16:30 |
Martes | 9:30 – 16:30 |
Miércoles | 9:30 – 16:30 |
Jueves | 9:30 – 16:30 |
Viernes | 9:30 – 16:30 |
Sábado | 9:30 – 16:30 |
Domingo | 9:30 – 16:30 |
635 S Broadway, Town of Greenburgh
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Lyndhurst Mansion, ubicada en el Town of Greenburgh, Estados Unidos, es un ejemplo notable de la arquitectura neogótica que ofrece a los visitantes una visión de la historia estadounidense del siglo XIX. El impresionante exterior de la mansión y los interiores bien conservados muestran el opulento estilo de vida de sus antiguos residentes, incluido el magnate ferroviario Jay Gould.
Los visitantes elogian constantemente a los guías turísticos, expertos y agradables, que dan vida a la historia de la mansión con anécdotas interesantes y explicaciones detalladas. Las visitas guiadas son informativas y ofrecen una visión completa de la arquitectura de la mansión, el mobiliario y la vida de sus habitantes.
Los terrenos que rodean la mansión son igualmente impresionantes, con jardines bellamente diseñados, senderos para caminar y vistas panorámicas del río Hudson. Muchos visitantes disfrutan explorando la extensa propiedad y aprecian el ambiente tranquilo.
Si bien la mayoría de los visitantes consideran que la experiencia es agradable y educativa, algunos mencionan que las visitas pueden sentirse apresuradas a veces, especialmente durante los períodos de mayor afluencia. Además, algunos críticos señalan que la accesibilidad de la mansión podría ser un desafío para las personas con problemas de movilidad debido a su naturaleza histórica y sus múltiples pisos.
La tienda de regalos del lugar recibe menciones positivas por su selección de artículos únicos relacionados con la historia de la mansión y la época que representa. Sin embargo, algunos visitantes consideran que los precios de las entradas son un poco elevados, aunque muchos sienten que la experiencia justifica el costo.
En general, Lyndhurst Mansion es muy apreciada por su importancia histórica, su belleza arquitectónica y sus visitas bien organizadas, lo que la convierte en un destino que merece la pena para los entusiastas de la historia y aquellos interesados en la cultura estadounidense del siglo XIX.
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