La prisión del KGB permaneció operativa hasta la disolución del KGB en 1991. Después se utilizó como almacén. En 1994, tras la retirada de las tropas soviéticas/rusas de Alemania, la prisión fue devuelta a la Asociación de Ayuda de la Iglesia Evangélica.
Tras su restauración en 2007/2008, el 29 de marzo de 2009 se inauguró el monumento conmemorativo y lugar de encuentro de Leistikowstraße Potsdam. Este lugar, financiado por el estado de Brandeburgo y el gobierno federal, alberga una exposición permanente sobre la historia de la prisión de detención y los destinos de los detenidos. Esta exposición está abierta al público desde abril de 2012.
El monumento conmemorativo y lugar de encuentro Leistikowstraße Potsdam está abierto a los visitantes de martes a domingo entre las 14:00 y las 18:00 horas. Ofrece una exposición permanente, así como exposiciones especiales que van cambiando. La entrada al recinto es gratuita. Se pueden organizar visitas en grupo con cita previa.
Historia & Antropología Guerra Casa histórica
Leistikowstraße 1, Potsdam
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La prisión de la KGB en Potsdam ofrece a los visitantes una mirada sombría a las operaciones de inteligencia y los métodos de interrogación de la era soviética. Ubicado en una antigua sede de la KGB, el museo proporciona un ambiente auténtico y escalofriante que ayuda a los visitantes a comprender la naturaleza opresiva del régimen soviético durante la Guerra Fría.
Los aspectos positivos mencionados por los visitantes incluyen las celdas y las salas de interrogatorios bien conservadas, que brindan una sensación realista de las condiciones que enfrentaban los prisioneros. Las visitas guiadas, disponibles en alemán e inglés, a menudo son elogiadas por ser informativas y proporcionar contexto histórico. Muchos visitantes aprecian los esfuerzos del museo por preservar este oscuro capítulo de la historia y educar al público.
En el lado negativo, algunos visitantes consideran que la experiencia es emocionalmente desafiante debido a la naturaleza de las exhibiciones. El museo es relativamente pequeño, lo que puede ser decepcionante para aquellos que esperan un recorrido más extenso. Algunos críticos mencionan que la falta de traducciones al inglés para todas las exhibiciones puede ser un inconveniente para las personas que no hablan alemán.
La ubicación del museo en Potsdam, aunque es históricamente significativa, significa que está un poco alejado de las rutas turísticas de Berlín. Esto puede verse como algo positivo (menos gente) y negativo (requiere un esfuerzo adicional para visitarlo).
En general, el Museo de la Prisión de la KGB ofrece una experiencia educativa y que invita a la reflexión, especialmente para aquellos interesados en la historia de la Guerra Fría. Si bien puede no ser adecuado para todos los visitantes debido a su tema intenso, proporciona información valiosa sobre un período importante de la historia europea.
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