Hills and Dales Estate es una casa histórica situada en Lagrange, Georgia. Fue construida en 1916 para el magnate textil Fuller Earle Callaway y su esposa Ida Cason Callaway. La finca es un testimonio de la riqueza y la influencia de la familia Callaway, figuras prominentes de la industria textil a principios del siglo XX.
La finca Hills and Dales también incluye los jardines Ferrell, que fueron iniciados por Nancy Ferrell en 1832 y ampliados posteriormente por su hija Sarah Coleman Ferrell en 1841. Estos jardines son anteriores a la Guerra Civil y constituyen una parte importante de la historia de la finca. Los visitantes pueden explorar estos hermosos jardines y conocer su importancia histórica.
Tras la muerte de Alice Callaway en 1998, la finca Hills and Dales fue legada a la Fundación Fuller E. Callaway. De acuerdo con los deseos de los Callaway, la finca se transformó en un museo para disfrute del público. Tras una amplia renovación y la construcción de un centro de visitantes, la finca se abrió al público en octubre de 2004.
Historia & Antropología Casa histórica Jardín & Parque
1916 Hills and Dales Dr, LaGrange
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Hills and Dales Estate en LaGrange, Georgia, es una casa histórica bien conservada que ofrece a los visitantes una visión de la vida sureña de principios del siglo XX. La finca, construida para la familia Callaway, presenta una hermosa arquitectura de inspiración italiana y jardines meticulosamente mantenidos. Muchos visitantes aprecian a los guías turísticos expertos que brindan información sobre la historia de la familia y los detalles arquitectónicos de la casa. Los jardines a menudo se destacan como una característica sobresaliente, con su diseño formal y las plantaciones de temporada. Algunos críticos mencionan que el recorrido por el interior de la casa es relativamente breve, lo que puede decepcionar a aquellos que esperan una experiencia interior más extensa. Sin embargo, la combinación de la casa histórica, los impresionantes jardines y el ambiente tranquilo de la finca generalmente deja una impresión positiva en la mayoría de los visitantes. Si bien algunos señalan que la tarifa de admisión es un poco alta, muchos sienten que la experiencia vale la pena. La finca también alberga varios eventos durante todo el año, lo que aumenta su atractivo tanto para los locales como para los turistas.
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