El fuerte controlaba un paso a lo largo de la desembocadura del río La Chute, lleno de rápidos, en el tramo de 5,6 km entre el lago Champlain y el lago George. Estaba estratégicamente situado en los conflictos por las rutas comerciales entre el valle del río Hudson, controlado por los británicos, y el valle del río San Lorenzo, controlado por los franceses. El terreno amplificaba la importancia del lugar. Ambos lagos eran largos y estrechos y estaban orientados al norte y al sur, al igual que las numerosas crestas de los Montes Apalaches que se extendían hacia el sur hasta Georgia, creando un terreno montañoso casi infranqueable al este y al oeste del Gran Valle de los Apalaches que dominaba el lugar.
Durante la Guerra de la Independencia estadounidense, el fuerte entró en acción en mayo de 1775, cuando los Green Mountain Boys y otras milicias estatales bajo el mando de Ethan Allen y Benedict Arnold se lo arrebataron a los británicos en un ataque por sorpresa. Los cañones capturados fueron transportados a Boston, donde su despliegue obligó a los británicos a abandonar la ciudad en marzo de 1776. Los estadounidenses conservaron el fuerte hasta junio de 1777, cuando las fuerzas británicas al mando del general John Burgoyne ocuparon un terreno elevado, lo que hizo que el fuerte fuera vulnerable a los ataques de artillería, lo que llevó a las tropas del Ejército Continental al mando del general de división Arthur St. Clair a abandonar el fuerte y sus defensas circundantes.
En el siglo XIX, Fort Ticonderoga se convirtió en una parada en las rutas turísticas de la región. A principios del siglo XX, sus propietarios privados emprendieron la tarea de restaurarlo. En la actualidad, el fuerte funciona como atracción turística, museo y centro de investigación, ofreciendo a los visitantes una visión del pasado y la oportunidad de conocer su rica historia.
Historia & Antropología Guerra Casa histórica
102 Fort Ti Rd, Ticonderoga
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Fort Ticonderoga ofrece a los visitantes una mezcla de importancia histórica y belleza escénica. Situado a orillas del lago Champlain, este fuerte del siglo XVIII ofrece una mirada informativa al pasado colonial y revolucionario de Estados Unidos. El museo alberga una extensa colección de artefactos, incluyendo armas, uniformes y documentos de la Guerra Francesa e India y la Revolución Americana. Los visitantes aprecian las fortificaciones bien conservadas y la oportunidad de explorar los terrenos. Las demostraciones de cañones y los intérpretes disfrazados añaden un elemento interactivo a la experiencia. Sin embargo, algunos visitantes encuentran el precio de la entrada un poco elevado, y la caminata requerida puede ser un desafío para aquellos con problemas de movilidad. Los jardines y las vistas del paisaje circundante a menudo se destacan como particularmente agradables. Si bien el museo ofrece una gran cantidad de información, algunos visitantes señalan que las exhibiciones podrían beneficiarse de métodos de presentación actualizados. En general, Fort Ticonderoga proporciona una sólida experiencia educativa para los entusiastas de la historia, aunque puede que no atraiga tanto a aquellos menos interesados en la historia militar.
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