Fort Robinson, originalmente conocido como Camp Robinson, es un importante lugar histórico de Nebraska. Establecido el 8 de marzo de 1874 por el Ejército de Estados Unidos, está situado cerca de la actual ciudad de Crawford. El fuerte recibió su nombre en honor del teniente Levi H. Robinson y sirvió como puesto militar durante importantes periodos de la historia estadounidense.
En 1877, el jefe sioux lakota Caballo Loco, junto con trescientas familias sioux, se rindió en Fort Robinson. Estaban exhaustos por el duro invierno de 1876-1877 y la implacable persecución de los soldados. Sin embargo, Caballo Loco fue posteriormente encarcelado y asesinado en el fuerte. Este acontecimiento es una parte importante de la historia del fuerte y proporciona una visión de las luchas a las que se enfrentaron las tribus nativas americanas durante este periodo.
Dos años después de la rendición de Caballo Loco, en el invierno de 1878-1879, tuvo lugar la masacre de Fort Robinson. Varias docenas de cheyennes del norte, liderados por el jefe Dull Knife, fueron asesinados tras negarse a permanecer confinados en sus reservas de Kansas e intentar llegar a sus territorios tradicionales en Wyoming y Montana. Fueron encarcelados en el fuerte, privados de alimentos y combustible para calefacción, y asesinados cuando intentaron escapar. Este trágico suceso es una parte importante de la historia del fuerte.
Historia & Antropología Casa histórica Guerra Etnología
3200 US-20, Crawford
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El Centro de Historia de Fort Robinson ofrece a los visitantes una mirada informativa a la historia militar de Nebraska. El museo está ubicado en un antiguo puesto del ejército y exhibe exposiciones sobre la historia de los nativos americanos, la caballería y el papel del fuerte en la Segunda Guerra Mundial. Los visitantes aprecian los artefactos bien conservados y las exhibiciones atractivas que dan vida al pasado de la región. El centro ofrece una buena visión general de la importancia del fuerte, desde su participación en las Guerras Indias hasta su uso posterior como campo de prisioneros de guerra (POW). Si bien algunos visitantes consideran que las exhibiciones son completas, otros mencionan que ciertas áreas podrían beneficiarse de explicaciones más detalladas. Los terrenos al aire libre y los edificios históricos se suman a la experiencia, permitiendo a los visitantes explorar el sitio más allá de las paredes del museo. Los miembros del personal generalmente se describen como informados y serviciales. Sin embargo, algunos visitantes señalan que el tamaño del museo es relativamente pequeño y que una visita completa se puede completar en poco tiempo. A pesar de su naturaleza compacta, la mayoría considera que el Centro de Historia es una parada que vale la pena para aquellos interesados en la historia occidental y militar.