Caves of Isturitz and Oxocelhaya

Las Cuevas de Isturitz y Oxocelhaya ofrecen a los visitantes un viaje a través de los tiempos prehistóricos en el corazón del País Vasco francés. Estas cuevas, conocidas por sus ricos hallazgos arqueológicos, brindan una mirada perspicaz a la ocupación humana desde el Paleolítico Medio hasta la época romana.

Los visitantes a menudo elogian las visitas guiadas, que son informativas y atractivas. Los guías son conocedores y apasionados, y explican en detalle las formaciones de las cuevas, el arte prehistórico y los descubrimientos arqueológicos. Las cuevas en sí son impresionantes, con su belleza natural e importancia histórica que dejan una impresión duradera en muchos visitantes.

Uno de los aspectos más destacados es la oportunidad de ver auténticas obras de arte y herramientas prehistóricas en su entorno original. La acústica en ciertas partes de las cuevas, particularmente en Isturitz, se destaca como notable, y se cree que algunas áreas se utilizaron para antiguas representaciones musicales.

Sin embargo, algunos visitantes mencionan que los recorridos pueden ser bastante largos, con una duración de hasta 2,5 horas, lo que podría ser un desafío para aquellos con problemas de movilidad o niños pequeños. Las cuevas también pueden ser frías y húmedas, por lo que se recomienda usar ropa adecuada.

El acceso a las cuevas es solo mediante visita guiada, lo que a algunos les resulta restrictivo, pero la mayoría está de acuerdo en que es necesario para la preservación. Algunos críticos señalan que no se permite tomar fotografías dentro de las cuevas, lo que puede ser decepcionante para algunos.

A pesar de estos pequeños inconvenientes, la mayoría de los visitantes encuentran la experiencia educativa e inspiradora. Las cuevas ofrecen una conexión tangible con nuestros antepasados prehistóricos y brindan una comprensión más profunda de la cultura y el arte humanos primitivos.