El Trans-Allegheny Lunatic Asylum, que más tarde pasó a llamarse Weston State Hospital, funcionó como hospital psiquiátrico desde 1864 hasta 1994 en la ciudad de Weston, Virginia Occidental. Tras su cierre, se reabrió como atracción turística, volviendo a su nombre original. La rica historia del hospital y su importancia arquitectónica lo convierten en un destino fascinante para los visitantes interesados en la historia, la arquitectura y la salud mental.
El edificio principal del Trans-Allegheny Lunatic Asylum, conocido como Kirkbride, alberga un museo en la primera planta. En él se exponen pinturas, poemas y dibujos creados por los pacientes durante los programas de terapia artística. También hay una sala dedicada a los distintos tratamientos médicos y sujeciones utilizados en el pasado, con objetos como una camisa de fuerza y una bañera de hidroterapia. Esto ofrece a los visitantes una visión única de la historia del tratamiento de la salud mental.
El Trans-Allegheny Lunatic Asylum ofrece visitas diurnas guiadas históricas y paranormales, así como visitas nocturnas de caza de fantasmas y visitas paranormales. La visita histórica más corta permite a los visitantes explorar la primera planta del Kirkbride, mientras que la visita más larga da acceso a las cuatro plantas, los apartamentos del personal, el depósito de cadáveres y el quirófano. Estas visitas ofrecen una visión completa de la historia del manicomio y de su supuesta actividad paranormal.
Historia & Antropología Especializado & Alternativo Casa histórica Persona & Artista
50 S River Ave, Weston
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El Asilo para Lunáticos Trans-Allegheny en Weston, Estados Unidos, ofrece a los visitantes una mirada intrigante a la historia del tratamiento de la salud mental. Ubicado en un impresionante edificio de estilo neogótico, el museo ofrece recorridos que cubren tanto la importancia arquitectónica como el pasado del asilo. Muchos visitantes aprecian a los guías informativos que comparten historias sobre el funcionamiento de las instalaciones y sus antiguos pacientes. Las exhibiciones del museo sobre las prácticas médicas y las condiciones de vida de diferentes épocas son generalmente bien recibidas.
Mientras que algunos encuentran la atmósfera inquietante, otros la describen como una experiencia aleccionadora y educativa. Los recorridos diurnos de patrimonio son populares para aquellos interesados en la historia del edificio, mientras que los recorridos nocturnos atraen a los visitantes que buscan una experiencia más escalofriante. Sin embargo, algunos huéspedes mencionan que ciertas áreas de la estructura masiva se encuentran en varios estados de deterioro, lo que puede restar valor a la experiencia general.
El museo ofrece una variedad de opciones de recorridos, desde caminatas cortas hasta exploraciones más extensas, que se adaptan a diferentes intereses y limitaciones de tiempo. Los entusiastas de la fotografía a menudo elogian las oportunidades para capturar la imponente arquitectura del asilo y los interiores abandonados.
En el lado negativo, algunos visitantes informan que algunos recorridos pueden sentirse apresurados y que la información proporcionada puede ser repetitiva en los diferentes tipos de recorridos. Además, el tema puede ser intenso y puede no ser adecuado para todos los públicos, especialmente los niños más pequeños.
En general, el museo del Asilo para Lunáticos Trans-Allegheny proporciona un viaje estimulante a través de un aspecto complejo de la historia estadounidense, equilibrando el valor educativo con elementos de turismo oscuro.
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